Debo
aclarar antes de iniciar este artículo que no soy Abogado; pero si me llama la atención
el uso y abuso que se ha hecho del término MAGNICIDIO, especialmente en los últimos años de nuestra
historia. Además, porque en mi desempeño
como Instructor en la extinta Escuela de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y
en la Escuela Técnica del Ejército, donde impartí varias materias relacionadas
con el área de Inteligencia; se discutían estos conceptos, que eran propios de las materias.
En
este sentido quiero resaltar que estas clases las impartí luego de mi pase a la
Situación de Retiro por 30 años de servicio, hasta que nos aplicaron la “Famosa Lista”, a
un grupo de instructores a quienes nos invitaron a dejar vacante las cátedras.
Para
abordar el tema es importante ahondar sobre el significado de Magnicidio y
otros conceptos relacionados con este:
Según el
Diccionario de La Real Academia Española, el Magnicidio es: “
(Del lat. Magnus,grande, y –cidio.) m. Muerte
violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder”.
La
Enciclopedia de la Política de Rodrigo Borja, lo define como:” Del latín magnus, grande, y caedere, matar, magnicidio es el asesinato de una persona
importante por su poder, rango o prestigio sociales. Asesinar es, desde la
perspectiva del Derecho Penal, matar a un ser humano premeditada, violenta y
alevosamente. En eso se diferencia del homicidio (contracción de las palabras
latinas hominis y caedes), que es la muerte de una persona por
una acción u omisión no premeditada. El asesinato obedece a una planificación y
no es obra fortuita ni casual, como el homicidio. De ahí que las leyes penales
consideran que el asesinato es un homicidio calificado por la concurrencia de
circunstancias agravantes del acto delictivo.
Las
motivaciones y los fines del magnicidio son generalmente políticos, en el
sentido amplio de la palabra. El magnicidio es un hecho político, que por lo
general obedece a un complot y
que persigue cambiar el orden público o modificar el curso de la historia. Como
dice con cierto cinismo un prologuista de Maquiavelo, el magnicidio “es la
voluntad política de cambiar el curso de la historia con economía de medios”. O
sea con ahorro de los esfuerzos que, de otra manera, requeriría la acción facciosa
o la revolucionaria.
En el
magnicidio hay una trama clandestina que busca el asesinato de la víctima y
también la exclusión del juzgamiento y condena del hecho”.
Terrorismo: “Forma
violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del
orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible
de intimidar a los adversarios o a la población en general”.
Terrorismo de Estado:
consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno,
orientados a inducir el miedo o terror en la población civil para alcanzar sus
objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos. ..
Tipos de magnicidio: Según Wikipedia, de
acuerdo a su nivel de desarrollo se pueden establecer varias clasificaciones para los magnicidios:
-
Planeado y preparado (abortado antes de ser llevado a la
práctica).
Qué
malos son los gringos: (Ayúdenme a reír)
En
nuestro Continente los más aventajados en eso de magnicidios son los del
régimen cubano. Fidel Alejandro Castro Ruz, llega al poder en esa isla caribeña
en el año 1.959 y desde esa fecha hasta el presente dice Fabián Escalante, quien
tuvo a su cargo la seguridad de este personaje, que ha sufrido unos 634
magnicidios, todos bajo la hechura de los diferentes Presidentes
Estadounidenses:
-Dwight
D. Eisehower, Presidente desde 1,953 al 1.961 = 38 veces
- Jhon F. Kennedy, Presidente
desde 1,961 al 1.963 = 42 veces
- Lyndon B. Jhonson, Presidente desde 1,963 al 1.969 = 72 veces
- Richard Nixon,
Presidente desde 1,969 al 1.974 =
184 veces
- Jimmy Carter, Presidente
desde 1,977 al 1.981 = 64 veces
- Ronald Reagan,
Presidente desde 1,981 al 1.989
= 197 veces
- George H. W.
Bush, Presidente desde 1,989 al 1.993 =
16 veces
- Bill Clinton,
Presidente desde 1,993 al 2.001
= 21 veces
El artículo que a
continuación transcribo es la forma como el régimen y sus amigos (aliados),
hacen ver a “su mundo”, los supuestos intentos de magnicidio contra Fidel
Castro.
La Edición en Español RT (Russia Today), publicó con fecha 21ENE14,
lo siguiente: “Diez formas más comunes que la CIA empleó para tratar de acabar
con Fidel Castro”
1. Mujer fatal.
Marita Lorenz, considerada como una de las muchas 'novias' de Castro,
supuestamente aceptó una oferta de la CIA en la que ella le
haría ingerir cápsulas envenenadas. Lorenz se las arregló para introducir las
pastillas en el dormitorio de Fidel, pero acabó guardándolas en su tarro
de crema hidratante, por lo que las píldoras se disolvieron en la crema y ella
se vio obligada a desistir del plan.
2. El traje envenenado. En 1975, el Comité de
Inteligencia del Senado de EE.UU. afirmó que había pruebas concretas "de
un plan para obsequiar a Castro con un traje de neopreno forrado con esporas y
bacterias que le provocarían una grave enfermedad en la piel (o tal vez algo
peor)". El plan supuestamente involucraba al abogado estadounidense James
B. Donovan, quien debía entregar a Castro el traje durante la negociación para
liberar a los prisioneros de bahía
de Cochinos. Según
informó AP en 1975, el plan fue abortado "cuando
Donovan entregó a Castro un traje de buceo diferente por iniciativa
propia".
3. Pluma-jeringa hipodérmica. La CIA equipó una pluma
estilográfica con una aguja hipodérmica tan fina que Castro no podría darse
cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un potentísimo veneno.
Este plan también falló.
4. Un puro explosivo. Supuestamente la CIA habría
tratado de eliminar a Fidel Castro usando un explosivo envuelto en un puro, tan
potente como para hacer volar su cabeza por los aires. En 1967, el diario
'Saturday Evening Post' informó que la Agencia ofreció a un oficial de la
Policía de Nueva York llevar a cabo el plan durante la visita de Castro a las
Naciones Unidas en septiembre de 1960. El atentado no se realizó.
5. Un puro venenoso. Tras el intento fallido de matar
a Fidel con un puro explosivo, la CIA no renunció a acabar con el líder cubano
a través del tabaco, por lo que la agencia contrató a un agente doble para que
hiciera llegar a Castro un puro envenenado con toxina botulínica, capaz de
matarle en un breve espacio de tiempo. Sin embargo, si bien el agente llegó a
recibir la futura 'arma', no fue capaz finalmente de llevar a cabo el atentado.
6. La
caracola explosiva. Sabiendo que a Castro le gusta bucear, la CIA
planeó colocar un artefacto explosivo en una concha de caracol en uno de
los lugares favoritos de Fidel para practicar este deporte. La Agencia preparó
una caracola con colores brillantes y de aspecto lo suficientemente inusual
como para atraer la atención del líder revolucionario, asegurándose de que
estuviera lo suficientemente cerca de la concha cuando esta explotara como para
quitarle la vida. El plan tampoco tuvo éxito.
7. Nair. De acuerdo con el citado informe del Comité de Inteligencia del Senado
estadounidense de 1975, EE.UU. creía que parte del poder de Castro residía en
su barba. La CIA calculó que la pérdida de la barba mostraría a los cubanos que
Castro era débil y falible. Así, un plan a medio esbozar contempló poner sal de
talio (un producto químico que se usa en productos depilatorios como Nair) en
los zapatos de Fidel Castro o en uno de sus puros. El producto químico sería
absorbido o inhalado por el líder, provocando la caída de su vello facial, el
plan tampoco se llevó a cabo.
8. LSD. En lo que fue un esfuerzo no
tanto por matar a Fidel, sino para desacreditarlo, la CIA habría contemplado
gasear una estación de radio donde Castro estaba dando una transmisión en
directo, con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD. La idea
era que cuando Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación, los
cubanos pensaran que su líder había perdido la razón y dejaran de confiar en él.
9. Pañuelo con bacterias mortales. En su aparente obsesión por
llenar a Fidel de bacterias nocivas y de toxinas, la Agencia también consideró
hacerle llegar un pañuelo impregnado de bacterias que le provocarían una grave
enfermedad.
10. El batido envenenado. Según Escalante, lo más cerca que la CIA estuvo
de matar a Fidel Castro fue cuando por poco
logra hacerle beber un batido mortal en 1963. El intento salió mal cuando
la pastilla que debía envenenar el
batido se quedó pegada a la nevera del hotel Hilton de La Habana en la que se
encontraba. Cuando el 'camarero-asesino' trató de despegarla, la cápsula se
abrió, derramándose su veneno.
Por
eso más arriba titulé, por supuesto irónicamente: “Que malos son los gringos”, porque
serían tan malos tratando de matar a un hombre, pero serían peores para cumplir
operaciones especiales!!!, ya que según el régimen cubano los supuestos
magnicidas “emplearon toda la fuerza de la nación más poderosa del mundo y no
pudieron después de tantos intentos matar al enemigo”.
Claramente
se ve que con estos supuestos intentos de magnicidio, el régimen cubano
instauró en ese país la política de lo que en Venezuela llamamos el “Trapo
Rojo”
Esto
lo que da es risa, o sea: Me río de La Plata o me río de Janeiro??
El Magnicidio en nuestro país.
Desde
tiempos remotos, en Venezuela se ha sabido de muchos intentos de
magnicidios y magnicidios, como ejemplos
citaré algunos:
-
Durante el gobierno del General Juan
Vicente Gómez, el 1er.Vice Presidente Juan Crisóstomo Gómez, su hermano fue el 30 de Junio de 1923, asesinado a puñaladas en su habitación en
el Palacio de Miraflores, a muy pocos metros de la del Presidente. Por
orden de Gómez, su cadáver fue enterrado inmediatamente, acusándose de este
crimen a la oposición de ese entonces; que como es sabido este dictador no
tenía oposición en el país porque todos se encontraban fuera del país.
-
Magnicidio del Presidente de la República Carlos
Delgado Chalbaud, el 13 de Noviembre de 1.950, se dijo entonces que la orden provenía
de Marcos Pérez Jiménez y el autor
material fue Rafael Simón Urbina.
-
Intento de magnicidio en contra del Presidente Rómulo
Betancourt, el 24 de Junio de 1.960, cuando el mandatario se disponía a asistir
al desfile militar con motivo a la celebración del Día de la Batalla de
Carabobo y Día del Ejército en el Paseo Los Próceres; la caravana presidencial
fue afectada por un artefacto explosivo. Se señaló como responsables de este
hecho a un grupo de venezolanos de la extrema derecha que estaban financiados
por su archi enemigo el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo.
-
Intento frustrado de magnicidio del
Presidente Carlos Andrés Pérez y su señora esposa el 4 de Febrero de 1.992
-
Etc.
RECORDS SOBRE MAGNICIDIOS EN VENEZUELA:
En los tres últimos
lustros nuestro país, creo ha roto todos los records que existe en cuanto a
supuestos intentos de magnicidio. A continuación considero oportuno transcribir
el artículo de investigación realizado por Airam Fernández y publicado por el
Diario Ultimas Noticias el 30 de Mayo del 2.014: “PARANOIA! Chávez y Maduro
denunciaron más de 60 atentados en contra y SIN PRUEBAS”
“La
primera vez que Hugo Chávez denunció un atentado en su contra fue en un acto en
Puerto Ordaz, el 11 de julio de 1999, cuando efectivos de la Disip detuvieron
en esa ciudad a un hombre que portaba un rifle con mira telescópica y cartuchos
calibre 22. En público, Chávez pidió que se abriera una investigación. Y el
sujeto -que se encontraba a 500 metros del acto presidido por el mandatario-
fue detenido. En el curso de las averiguaciones, se
comprobó que solo iba de cacería, por lo que fue dejado en libertad a los dos
días.
En los
últimos 14 años, el Gobierno ha hablado en 63 oportunidades de magnicidio
presidencial. De este total, 52 habrían ido en contra del ex presidente Chávez,
y ahora 11 en contra del mandatario nacional Nicolás Maduro.
En 22
oportunidades fue el propio Chávez quien denunció atentados dirigidos a él.
Mientras que el presidente Maduro se ha referido a su persona como blanco de un
posible plan magnicida en seis oportunidades este año.
La cifra
surge luego de una revisión al archivo de Últimas Noticias, desde febrero de
1999 hasta agosto de 2013, con la lupa puesta en las notas publicadas por este
diario que hicieran referencia a alguna denuncia oficial de magnicidio.
Recurrentes.
Desde que Hugo Chávez asumió la
Presidencia de Venezuela, el 2 de febrero de 1999, las denuncias de magnicidio
no han cesado.
Las voces
que han advertido sobre este peligro han sido, sobre todo, miembros del tren
ministerial y del alto Gobierno. El que tiene más tiempo denunciando, aparte de
los jefes de Estado, es el ex vicepresidente y ex ministro José Vicente Rangel.
En cinco ocasiones advirtió de intentos de magnicidio. Le sigue el embajador de
Venezuela en España, Mario Isea, con cuatro denuncias. Luego, el presidente de
la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, quien lo ha hecho tres veces.
El
alcalde Jorge Rodríguez; el gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, y el
ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, están empatados.
Todos denunciaron un magnicidio distinto dos veces.
Lo
hicieron una vez: el embajador ante la OEA, Roy Chaderton; el gobernador de
Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz; el diputado Earle Herrera; el pesuvista Manuel
Villalba; la periodista Vanessa Davies; el ministro de Turismo, Andrés Izarra;
el ex director del Cicpc, Wilmer Flores Trosel; el canciller Elías Jaua; el
politólogo Miguel Pérez Pirela, y los ex presentadores de VTV Alberto Nolia y
Mario Silva.
De las 63 veces que el Gobierno
venezolano ha denunciado atentados de muerte, en 12 ocasiones acusó a
ciudadanos con nombre y apellido. Todos fueron detenidos y luego
liberados, por falta de pruebas. A estos se les suman los 153
paramilitares capturados en la hacienda Daktari (El Hatillo) en el año 2004,
quienes recibieron un indulto en 2007.
El caso
de más reciente data es del pasado 15 de agosto. Hay dos ciudadanos colombianos
tras las rejas (Victor Gueche y Erick Huertas, quienes ingresaron al país por
San Antonio del Táchira) y a los que les fueron incautados dos fusiles R-15
equipados con cartuchos 5-56, con mira láser, y una foto del presidente Nicolás
Maduro.
Sin
embargo, el grupo estaba compuesto por diez integrantes y uno de ellos, Carlos
Salcedo, está siendo buscado por la justicia como uno de los principales
implicados en este plan, bautizado “Carpeta Amarilla”.
En la mira.
La revisión periodística de estos
últimos 14 años reveló que, de las 63 denuncias de magnicidio, el Gobierno solo
ha hecho pública información sobre las armas incautadas en 18 ocasiones. Los
aviones, rifles, fusiles, cañones y revólveres son los más mencionados.
Los
hallazgos de la investigación revelaron quiénes han sido las personas, países o
instituciones más señaladas por el Gobierno como responsables.
La
oposición, o la “derecha”, ha sido acusada en 19 oportunidades. Estados Unidos
y el ex presidente de ese país, George Bush, van de segundos en la lista, con 11
señalamientos. El ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
norteamericana, Luis Posada Carriles, ha sido marcado seis veces a lo largo de
estos años. Sin embargo, su abogado, Arturo Hernández, comentó desde Miami que
los señalamientos son “cuentos chinos”.
Colombia
y el ex presidente Álvaro Uribe han recibido cinco señalamientos; el canal
Globovisión y el diario El Nacional, cuatro marcas; y la CIA, paramilitares,
militares venezolanos y los empresarios mediáticos, Alberto Federico Ravell y Miguel
Henrique Otero, tres veces cada uno.
El ex
gobernador Manuel Rosales, el ex constituyente Luis Miquilena, el periodista
Rafael Poleo y la cadena televisiva CNN han sido tildados de planear un
magnicidio en dos oportunidades por separado. Mientras que el empresario Pedro
Carmona Estanga y el difunto ex presidente Carlos Andrés Pérez, una vez cada
uno.
Años
atrás. Un año después de la primera advertencia magnicida hecha por Chávez,
vino otra, y fue la única de 2000. La hizo José Vicente Rangel el 25 de julio,
cuando se desempeñaba como canciller. Se refirió a unas declaraciones que había
ofrecido el capitán retirado de la Guardia Nacional, Luis García Morales, para
denunciar la existencia de un plan para asesinar a Chávez. A Rangel le pareció
“sumamente delicada” la información aportada por el capitán, quien fue
detenido. “El hecho de que se detenga a una persona después de una declaración
tan grave no es un delito ni un atropello contra esa persona, se le detiene
porque si no se escapa”, señaló el ex canciller en ese momento.
Luego, en
2001, se produjo un informe desde la Fiscalía General de la República para
anunciar sobre la detención del ciudadano Franklin Jesús Petit, quien fue
sorprendido el 6 de marzo de ese año cuando presuntamente tenía intenciones de
asesinar al Primer Mandatario con dos machetes y dos armas de fuego. El
documento señala que el plan era ocultarse en la sede de la Disip y esperar al
Presidente, quien haría una visita al lugar. La investigación posterior
determinó que el ciudadano tenía problemas psiquiátricos y que en realidad no
quería matar al Presidente, por lo que fue puesto en libertad.
En 2002,
Chávez hizo una nueva denuncia y luego José Vicente Rangel volvió a hacer dos
más, después del golpe de abril de ese año. En 2003, 2004 y 2005 hubo tres
denuncias por año; una sola en 2006, antes de que se celebraran las elecciones
presidenciales; hasta que en 2007 se registraron 12 y, en 2008, 16. Esos fueron
los dos años en los que más denuncias hubo. También fueron períodos electorales:
primero, el referéndum constitucional, y después las elecciones regionales.
En 2009,
cinco advertencias oficiales de magnicidio fueron registradas por este diario.
Tres en 2010 y dos en 2011. No obstante, en 2012 no se habló ni una vez del
tema.
Choque.
La
analista política Maryclen Stelling considera el repunte de 2007 y 2008 como
una “consecuencia”, después de que Chávez ganara las elecciones presidenciales
de 2006, con 62,84% de los votos. “Como ganó bastante sobrado era obvio que en
los años posteriores las amenazas se iban a incrementar. La figura del
presidente Chávez se había convertido en un peligro real para la oposición,
porque ellos lo que buscaban y lo que siempre han buscado es el poder como
sea”.
Sin embargo, para el consultor político, Edgar
Gutiérrez, el tema del magnicidio “es otro simple distractor al que recurre el
Gobierno para que la gente hable de otra cosa. Aparecen cada vez que ocurre
algún evento desfavorable para los gobernantes, como el derrame en el río
Guarapiche (Monagas, 2012), la caída del viaducto (Vargas), la escasez, la
inflación y la inseguridad. Logra marcar agenda, que la opinión pública se
ocupe de otros tópicos y no de los problemas que agobian a los venezolanos”.
A su juicio, el
presidente Maduro apela al magnicidio para distraer, “pero es
un efecto que dura muy poco, que se agota en sí mismo y que pierde credibilidad
a medida que se repite”.
Otra vez.
La tesis del magnicidio ha
cobrado fuerza nuevamente en la voz del presidente Nicolás Maduro. La primera
vez que la asomó este año fue el 6 de febrero, cuando todavía era
vicepresidente. En ese momento señaló al ex comisario general de la Disip,
Henry López Sisco, de estar detrás de los planes para atentar contra su vida y
la del presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello. “Henry López
Sisco está en Costa Rica todavía conspirando para asesinar al compañero
Diosdado Cabello o a mi persona, cosa que no logrará porque estamos en el
tiempo de la vida y de la victoria”, dijo en cadena nacional.
Antes, en
2007, Maduro se refirió públicamente al magnicidio una sola vez: el 28 de
noviembre, cuando era canciller. Culpó a la CIA, a CNN y a “grupos desesperados”
por estar planeando la “Operación Tenaza” para matar al presidente Chávez. Lo
que dijo, en el programa Dando y Dando, transmitido por VTV, fue que “CNN ha
dejado de ser una televisión respetada en América Latina porque su orientación
está guiada por el Gobierno estadounidense”. Se refería a unas imágenes
difundidas por la cadena televisiva con una foto del presidente Chávez, con los
ojos cerrados y con un cintillo que decía: “¿Quién lo mató?”.
Quizás
uno de los episodios más recordados sea el del allanamiento de la hacienda
Daktari, cuando capturaron a 153 paramilitares el 5 de mayo de 2004, quienes
presuntamente conspiraban para matar al presidente Chávez. En el procedimiento
no se encontraron armas.
Otro caso
emblemático fue el ocurrido en 2002, y denunciado por el propio Chávez en su
programa Aló Presidente, que consistía en un plan para matarlo con una bazooka
mientras aterrizaba en su avión.
La
analista Maryclen Stelling considera necesario que en los casos más recientes
se lleve adelante un juicio transparente y efectivo, que condene a los
presuntos responsables, “porque si ocurre como ya ha venido pasando, se perderá
la veracidad del asunto, la oposición seguirá creyendo que todo es mentira,
cuando no es así, y las bases de credibilidad del proceso revolucionario se
verán debilitadas. Tiene que haber justicia, porque esto es un asunto muy
grave”.
LA GUINDA EN EL PASTEL,
Ahora le agrego, la Guinda
de estas acusaciones de magnicidio es la he hacen a la Ex Diputado de la
Asamblea Nacional María Corina Machado, a quien el Alcalde de la ciudad de
Caracas Jorge Rodríguez, acusa de
auspiciar una supuesta conspiración de golpe de estado y Magnicidio; quien basa
sus acusaciones en unos correos electrónicos que habría enviado la Sra. Machado
a las siguientes personas: Abog. Gustavo Tarre Briceño, Abog. Ricardo Koesling;
el ex gobernador del estado Carabobo Henrique Salas Römer, al Dr. Diego Arria,
a Eligio Cedeño y al Embajador de los Estados Unidos de Norteamérica en la
República de Colombia Sr. Kevin Whitaker.
Ya para concluir debo
acotar que en Venezuela:
-
Se ha copiado fiel y exacto el modelo del régimen cubano en lo
referente a la utilización de la figura del Intento de Magnicidio y Magnicidio,
con la aplicación del “Trapo Rojo”
-
Por supuesto que es evidente que con la aplicación de la política
antes señalada, se dirigen principalmente a “su gente”
-
También está claro que estas prácticas gubernamentales rayan en lo
definido como Terrorismo de Estado.
Caracas, 01 de Diciembre
del 2.014