DEL DICHO AL HECHO, HAY MUCHO TRECHO
El Estado Venezolano fundó en el año 2004 la línea aérea Consorcio Venezolano
de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos, S.A. (CONVIASA), afiliada
al Ministerio del Poder Popular para Transporte Acuático y Aéreo. Se le
estableció como Misión: “Fortalecer la
capacidad de la industria aeronáutica venezolana en función de la integración
de las naciones, contribuyendo al desarrollo social y sustentable de la patria
con mira a un sistema multicentrico pluripolar, a través de un personal
altamente capacitado y comprometido”; bajo los lemas: “El Placer de volar”
y “Aerolínea Bandera de Venezuela”.
Esta aerolínea cubre, entre otras rutas, la de Valencia (VLN) Aeropuerto “Arturo
Michelena” – Puerto Ordaz (PZO) Aeropuerto “Carlos Manuel Piar” y viceversa,
los días martes de cada semana, con el siguiente horario:
Salida: Valencia 14:30 hrs.
Llegada: PZO 15:30 hrs.
El caso es que el martes de esta semana, unos familiares se dirigieron al aeropuerto
A. Michelena, en Valencia, Estado Carabobo, llegando con suficiente antelación
a las doce del día entusiasmados por el “placer” de volar en esta línea
de todos los venezolanos; pero la alegría duró poco, ya que les informaron
que había sido cambiada la salida del vuelo para las 23:30 hrs. lo cual
fue sin previo aviso y que debían estar en el aeropuerto a las 19:00 hrs.
Llegada la hora de salida, once y media de la noche, no hubo movimiento
para el chequeo de los pasajes, ni explicación alguna del retraso, motivo por
el cual empezaron a rodar “las bolas”: que si el avión estaba presentando
fallas, que las dos Ground
Power Unit (GPU), que posee la compañía en ese aeropuerto estaban dañadas y por
eso no podían encender los motores del avión, que la gente que atiende en
Puerto Ordaz ya se había retirado, y una gran cantidad de especulaciones ,
gracias a la incompetencia y negligencia de la “empresa” y del
personal correspondiente que no brindó ningún tipo de explicación,
mientras los pasajeros se hallaban al borde de la desesperación. Por
fin, a las dos de la mañana comenzó el chequeo de pasajeros, despegando el vuelo
a las dos y media de la madrugada.
Es así como estas personas perdieron muchas horas útiles de su tiempo por
la irresponsabilidad de terceras personas, de gente desconsiderada e indolente con
sus pasajeros, a pesar de su “supuesta capacitación”, no son capaces ni
siquiera de brindarle la debida atención, ni la más básica como es la
oportuna información, constituyendo todo ello un grave irrespeto al
ciudadano que constata que no existe tal “compromiso” con ellos de la
prestación de un buen servicio, o que de repente su compromiso es con
otros…
Nada se hubiese perdido si hubiesen dado una explicación del motivo del retardo
del vuelo, para apaciguar tanto a los pasajeros como a nosotros sus familiares,
que pasamos el día en vilo y llenos de
interrogantes.
Les recuerdo que no basta con hacer publicidad en todos los medios de
comunicación social y colocar en las paredes y mostradores de la
compañía en los aeropuertos su flamante slogan: “EL PLACER DE
VOLAR”, sino que hay que demostrarlo con hechos, para que el pasajero que
es al fin y al cabo quien paga el sueldo de los empleados de la
aerolínea, se lleve la satisfacción de la PUNTUALIDAD en el servicio
y de la mejor atención para no salir afirmando que : "
Del dicho al hecho hay mucho trecho".
Coronel Ejército Siglo XX