miércoles, 13 de marzo de 2019

POR QUÉ ME SENTÍA FACHOSO?


POR QUÉ ME SENTÍA FACHOSO?

Nosotros los venezolanos, o llaneros como nos ve gran parte del mundo, o caribeños por tener esa gran fachada marítima a nuestro frente; siempre fuimos muy especiales en nuestra forma de ser, actuar y proceder. La realidad es que somos un país muy diverso, por tener muy dentro de nuestros genes, las tradiciones dadas por la riqueza de la mezcla de nuestras culturas indígenas con las foráneas europeas, africanas y de otras partes del mundo.

En mi pueblo, Valera, Estado Trujillo, donde utilizamos muy bien el castellano, empleamos a menudo el “adjetivo”: Fachoso (Que hace alarde de lo que tiene). Y es que como venezolano, hasta el año 1992, me sentía “fachoso”, por lo que el Todopoderoso había dotado a nuestro querido país y del cual siempre hacíamos alarde ante terceras personas, entre otras cosas por:

-    Ser mi Estado natal una tierra de “Sabios y Santos” el Dr. José Gregorio Hernández, “SANTO” e insigne médico y Rafael Rangel, padre de la Parasitología y el Bioanálisis en Venezuela;
-      Contar con dos prestigiosos científicos: Jacinto Convit, descubridor de la vacuna contra la Lepra y Humberto Fernández Morán, inventor del bisturí con punta de diamante;
-      Tener la caída de agua más más alta del mundo “El Salto Ángel”, (979 mts.)
-      Tener el teleférico más alto (4.765 msnm), y largo (12,5 Kmts.), del mundo en Mérida;
-      Contar con el reservorio de agua dulce de mayor extensión (13.820 Kmts2.) de Latinoamérica: “El Lago de Maracaibo”
-      Poseer un fenómeno meteorológico, que entre los meses de abril a noviembre de cada año se puede observar durante la noche “El Relámpago del Catatumbo”;
-      La Heladería Coromoto en Mérida la cual fue galardonada con el record Guinness por elaborar helados en unos 860 sabores diferentes;
-      Y muchas cosas más.

Igual me sentía “fachoso” por ver el interés de la gente, del pueblo, por estar informado de las noticias nacionales e internacionales. Las televisoras y medios de prensa existentes en el país “dictaron clases magistrales” en este sentido. De esto tengo dos ejemplos:

-      En Paraguaipoa Estado Zulia, veía con agrado a “paisanos wayuu” sentados en la plaza de ese pequeño y querido pueblo todas las mañanas leyendo desde la primera hasta la última página del diario “El Panorama”, esto lo hacían de manera religiosa. Por cierto que allá al diario “El Nacional”, le decían. El Panorama de Caracas.
-      En casa de mi cuñado trabajaba una señora que ayudaba en labores de limpieza, ella llegaba temprano y su primera acción antes de comenzar su trabajo, era leer el periódico. Uno de los primeros días del mes de enero de 1989, el diario no había llegado a la casa y cuando sale de la habitación la esposa de mi cuñado, la señora con preocupación en su rostro le preguntó: ¿Cómo amanecería Hirohito hoy? Bueno precisamente el Emperador Hirohito de Japón fallecía ese 7 de enero…

En resumen teníamos un país donde funcionaban las instituciones públicas y privadas, donde        había abastecimiento de todo lo que necesita el ser humano para subsistir: comida, electricidad, agua, transporte, gas doméstico, gasolina, repuestos para vehículos y maquinaria, etc., etc., etc.  en fin, teníamos una democracia que con todos sus “defectos” funcionaba y muy bien, de la cual presumíamos de que estábamos en la vía hacia el Primer mundo.

Hoy tenemos otros record muy importantes, que mencionaré a continuación:

-     Tenemos 490 mil millones de barriles de crudo, esto nos convierte en la primera reserva de petróleo del mundo;
-      Igual poseemos la segunda reserva de gas licuado del petróleo del planeta;
-    También en nuestro sub-suelo, la reserva de oro en unas 11 mil toneladas. Siendo la primera del mundo;
-      En cuanto al Uranio, tenemos la segunda reserva del planeta;
-      Apareció el Coltán, y tenemos la segunda reserva del mundo;
-      Y para cerrar en estos nuevos record, tenemos Thorium, metal blando de color blanco-plata del cual tenemos la reserva más grande del mundo.

Estos últimos ítems lejos de alegrarnos, nos llenan de incertidumbre, de interrogantes y de una gran preocupación. Para nadie es un secreto que en nuestro querido, pero maltratado país todo está “literalmente” destruido: TODAS las instituciones públicas (excepto la iglesia católica), la industria petrolera, las industrias básicas de Guayana, la petroquímica, la generadora de energía eléctrica, el transporte público y privado, el sector agro-alimentario, el industrial, etc.  

A esto se debe agregar la diáspora venezolana,   donde hemos observado que se ha hecho presente aquella frase que acuñara la prensa británica de los años 60: “fuga de cerebros”, personas altamente calificadas que han emigrado en busca de encontrar en otros países una oportunidad de trabajo, calidad de vida y seguridad; de igual manera la mano de obra calificada.

Entonces debemos, los que aún estamos aquí, extremar las alertas, crear conciencia en nuestra ciudadanía y trabajar por y para lo que verdaderamente nos interesa cuidar y rescatar. Promover y apoyar nuevos liderazgos que mediante la aplicación de las “4 R” de las que tanto ha hablado el presidente de CERSE (Consultoría en Ética y Responsabilidad Social Empresarial), experto en Ética Empresarial Dr, Víctor Guedez (Reconciliación, Reinstitucionalización, Recuperación económica y la Redimensión Cultural que significa la reorientación de valores éticos, cívicos y productivos), sean capaces de generar cambios positivos en las desbaratadas estructuras de las instituciones públicas.   Tener medios (radio, prensa y televisión) informativos imparciales, veraces y no sesgados y/o alineados, para volver a ser aquellas personas interesadas en la información oportuna.

Por último, encender las alarmas ante la gran cantidad de material estratégico existente en nuestro sub-suelo, porque es muy  ingenuo  pensar, que  Rusia, China y Cuba, entre otros, no están solamente tras “la gallinita de los huevos de oro”.

Caracas, 13 de Marzo del 2019


MILTON R. ABREU A.  
Coronel Ejército Siglo XX




No hay comentarios:

Publicar un comentario