viernes, 6 de enero de 2023

FIN DE AÑO...

 FELIZ AÑO…

En los dos últimos años de mi carrera como Oficial del Ejército Venezolano, ejercí el cargo de Agregado de Defensa de nuestro país ante la República del Ecuador, allí en la bella Quito pude, entre otras cosas, convivir con su gente, vivir sus costumbres, creencias, rituales y tradiciones; entre ellas, lo que acostumbran hacer para la noche del fin de año. Ellos hacen y/o compran un muñeco de trapo, madera y/o papel, una especie de monigote que representa el año viejo y a media noche lo queman; igual a esa hora salen con una maleta de viaje a recorrer las calles frente a sus casas…

La tradición de celebrar la noche del fin de año se origina en el 2000 a.C. en Mesopotamia, su gente realizaba durante doce días la celebración del Akitu, en los meses de marzo y abril, al inicio de la primavera, cuando aparecía la primera luna y las primeras cosechas; así le daban la bienvenida al año nuevo. Estas ceremonias las hacían en el templo Esaglia, que era el hogar del dios Marduk.

Pero es en tiempos del emperador Julio Cesar (46 a.C.), cuando se adentran en el estudio de los ciclos de la Luna, y éste ordena que sea el día primero de enero la fecha para celebrar el inicio del nuevo año. Igualmente comisionó al astrónomo y filósofo Sosígenes de Alejandría, para que hiciera un calendario solar, al cual llamaron Juliano en honor al dios Janus, que desplazó al calendario mesopotámico. Algunos estudiosos indican que en esa época precristiana, en el imperio Romano, acostumbraban utilizar ropa interior de color rojo, para la noche del fin de año y bienvenida del nuevo, como símbolo de poder, fertilidad, salud y del corazón.

Nosotros, esta noche nos preparamos para despedir un año que ha sido muy difícil en todo los ámbitos del quehacer nacional; un año lleno de muchas dificultades y carencias, un año en el cual la salud del pueblo venezolano se vio afectada por terribles enfermedades y donde resaltó la emigración de nuestros conciudadanos a diferentes destinos del mundo, en búsqueda de mejores condiciones de vida y para procurarse algún sustento adicional para ayudar a aliviar los múltiples problemas de sus familiares que aún continúan aquí. Pero a pesar de los pesares, esta noche nos reuniremos en familia, haremos nuestra cena y nos preparamos para recibir un nuevo año.

Les recomendaré algunas de las cábalas, que no deben faltar esta noche. En nuestra vestimenta la ropa interior debe ser de color amarillo, tradición que heredamos de la cultura asiática; el amarillo es el color del sol, amarillo es el oro y llama la riqueza, representa la alegría, el éxito profesional, la prosperidad y la abundancia. En nuestros bolsillos debemos tener un billete de dinero norteamericano, que debemos apretar al estar sonando las doce de la noche y así aseguraremos que nuestros bolsillos estarán con dinero durante todo el año. De la “madre patria” heredamos una costumbre que viene del año 1909, cuando en ese país hubo una sobre producción de uvas y decidieron comer 12 uvas al compás de las doce campanadas de la noche del fin de año, y agregamos nosotros: por cada uva hacemos, una petición en forma silenciosa, para el año que se avecina. Ah, y que no se nos olvide una buena cucharada de lentejas, para asegurar la prosperidad.

En fin, preparémonos para recibir el 2023 disfrutando en familia, con la mejor de las energías, y disposición, con una visión clara de lo que queremos para el año que se avecina y brindemos.

Coloquemos esa vieja pero inolvidable canción de autoría del tequense Oswaldo Oropeza y que popularizara el cantante Néstor Zavarce: “Faltan cinco pa’ las doce” y cuando el reloj nos anuncie que es la media noche, alcemos nuestras copas, nos abrazamos como hermanos y digamos en voz fuerte: FELIZ AÑO.

Caracas, 31 de diciembre de 2022

MILTON R. ABREU A.

Coronel Ejército Siglo XX

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario