EPA FULANO…
Entre los tantos propósitos que uno se plantea a comienzos de año
es “limpiar” el ordenador personal. Son muchos los artículos, que llegan
a lo largo del año que ha pasado y que normalmente los guardo con la idea
que algún día se le dará uso, sin embargo esos escritos pasan tiempo y
hasta corremos el riesgo que los perdamos por fallas técnicas de la
maquina electrónica.
Debo aclarar que me da cierta indignación con muchos de los escritos que
circulan por las diferentes redes sociales sin la debida autoría (Todos mis
escritos llevan mi nombre y mi apellido).
A continuación transcribo uno de esos escritos que tengo guardados,
desconozco su autor:
¿Quiénes fueron fulano, mengano, zutano y perengano que son tan
nombrados?
Realmente fulano, mengano, zutano y perengano no existieron o al menos
no hay hecho histórico alguno para que algunos personajes llevasen estos
nombres. Se trata de cuatro formas gramaticales que se utilizan para aludir a
alguien del que no se sabe su nombre o no se quiere decir por cualquier motivo.
• La palabra Fulano proviene del árabe fulān, que
quiere decir “persona cualquiera” y es el más utilizado de los cuatro, siendo
el más socorrido a la hora de echar mano de algún ejemplo: “Ha venido un fulano
preguntando por ti” o “Le pondrán una placa conmemorativa que dirá ‘aquí
descansa fulano de tal’”. Del árabe llegó al español y de allí se extendió a
toda Hispanoamérica.
• Mengano también proviene del árabe: man kān, cuyo
significado es ‘quien sea’ y suele utilizarse (en la mayoría de ocasiones) en
segundo lugar y acompañado de fulano y/o zutano. Además pueden llevar otros
determinantes: “A ese fulano y a ese mengano no los quiero ver por aquí”.
• Zutano proviene de citano y este, muy posiblemente,
de la palabra latina scitānus, que significa “sabido”. No se sabe bien por qué
se añadió a la coletilla, pero en algunas ocasiones también se coloca en
segunda posición, tras fulano.
• Perengano es una palabra más reciente y la de menos
uso de todas ellas. No se han encontrado raíces en otras palabras antiguas y/o
de otros idiomas, lo que hace pensar que puede ser una combinación que se
realizó del apellido Pérez con la palabra mengano.
Los cuatro pueden ir en diminutivo (Fulanito, Menganita…) y con apellido
(De Tal, De Cual…), por aquello de hacerlos más solemnes.
Estas cuatro palabras también tiene su variante al femenino (Fulana,
Mengana, Zutana y Perengana) aunque la primera se suele utilizar para calificar
despectivamente a una mujer cuando alguien se quiere referir a ella como prostituta:
“finalmente resultó ser una fulana”.
Al presente escrito le agregué este otro término:
Perico el de los Palotes. Término usado en España y Sudamérica. No se sabe a ciencia cierta de
dónde proviene, pero se han encontrado referencias en España al chico que
precedía a los Pregoneros tocando el tambor con dos palotes (baquetas). Los
pregoneros eran personas que al toque del tambor daban a conocer al pueblo las
disposiciones oficiales.
Las primeras referencias a Perico el de los Palotes las encontramos en
El tesoro de la Lengua Castellana escrito a principios del siglo XVII por
Sebastián de Covarrubias. Los palotes se llamaban a las baquetas para tocar el
tambor. En tanto el tal Perico, según Covarrubias, es "un bobo que tañía
con dos palotes". El "bobo" que tocaba el tambor estaba detrás
del pregonero, que era quien efectivamente se quedaba con el sueldo y las
propinas para ambos. En dicha obra aclara que la expresión se empleaba para
mostrar indignación por el trato recibido pudiendo así decir el ofendido:
"¿Qué pasa?, ¿que soy Perico el de los Palotes?".
Si les gustó, agradezco me lo hagan saber, un saludo
Puerto Ordaz, 28 de enero de 2023
MILTON R. ABREU
A.
Coronel Ejército
Siglo XX
No hay comentarios:
Publicar un comentario