LOS “MOJITOS TRUJILLANOS”
Indiscutiblemente, desde la conquista española hasta nuestros días, la cocina ibérica ha influido significativamente en el enriquecimiento de nuestra gastronomía criolla. De la “madre patria” nos llegaron muchísimos platos, entre ellos, uno que se conoce como “moje o mojete”, por ejemplo el muy buen moje de bacalao, de tomate, de papas, etc.; de las míticas “Islas Afortunadas” como llamaran los antiguos griegos a las conocidas Islas Canarias nos llegó el mojo verde y el mojo rojo con sus variantes: el encarnado y el picón.
Mucho se ha escrito y hablado sobre el exquisito plato típico de mi querido y recordado Estado Trujillo el “Mojito Trujillano”, donde se cocinan en aceite onotado y/o mantequilla, ingredientes como huevos, tomate, cebolla, cebollín, ajo, cilantro, ají dulce, culantro, nata de leche, etc. Cabe destacar que la ejecución de este Mojito no es cualquier preparación, porque a simple vista pareciera un simple revoltillo de huevos, pero NO!!! Aquí juega un papel muy importante la tradición de la receta, que ha pasado de generación en generación; la utilización de ingredientes fáciles de encontrar y/o cultivados en las casas, la economía familiar y el más importante de todos, el acto casi mágico que le imprime la persona que hace el “mojito” para que no se le “corte" y el resultado tenga la consistencia exacta que debe tener (una especie de preparación cremosa) que no es nada fácil de lograr. Tradicionalmente, observamos que en cada familia trujillana, hay al menos una persona especializada en hacer este mojito; en mi familia materna, es mi hermana Rocío del Pilar; ella con una paciencia de “monje tibetano”, se dispone a tempranas horas de la mañana a picar sus aliños en forma muy menudita y después en un silencio sepulcral comienza a hacer este suculento plato para el desayuno, que le queda simplemente EXCELENTE. En este sentido, debo acotar que yo también lo hago, pero no me queda ni parecido.
Pero a lo que me voy a referir, en este escrito, es a los otros “mojitos”; mi mamá Tarcila los hacía de diferentes sabores: de chicharrón, de salchichas, de corazón, de carne molida, de pollo, de ajonjolí, de atún, etc. todos increíblemente buenos.
Dejo de último el “mojito de sardina” o como le decimos allá: de sardina de pote. Yo no comía sardina, pues nunca me gustó su olor; sin embargo, mi compadre y compañero de aventuras desde niño en nuestras correrías en Agua Clara y Carmania (Trujillo), Freddy Simancas (QEPD), nos invitó a Irvid y a mí en una oportunidad para su casa (año 1990), a desayunar un mojito que había hecho de sardina con arepa, queso blanco rayado y por supuesto un buen ají de leche trujillano. Desde ese día cambió diametralmente mi gusto y aceptación por este maravilloso plato. Le pedí la receta y ahora regularmente lo hago para mi familia, quienes también se volvieron adictos al “mojito de sardina” y siempre que nos reunimos me piden que lo haga, para degustarlo con arepas recién hechas y el queso blanco rayado. Debo confesarles que yo modifiqué un poco la riquísima receta de mi compadre, por aquello de que cada quien va adaptando las preparaciones a su gusto, pero la de él era realmente buena, tanto que mi esposa Irvid, siempre recuerda ese ya famoso “mojito de sardina” de Fredes como le decía su esposa, la comadre Mary.
Les dejo a continuación mi receta, esperando que se atrevan a hacerla, con la seguridad que les va a encantar.
INGREDIENTES: (Para seis personas)
01 Lata de sardinas de 170 grs.
01 Pimentón mediano maduro
01 Cubito de caldo concentrado de pollo
01 Mazo pequeño de cilantro
01 Tallo pequeño de ajo porro
02 Cebollas blancas medianas
02 Cucharadas colmadas de salsa mayonesa
02 Cucharadas de margarina o aceite onotado
02 Cucharadas de vinagre blanco
03 Ramas de cebollín
03 Tomates medianos
03 Dientes medianos de ajo
04 Ajíes dulces
½ Cucharadita de comino
Sal al gusto
PREPARACION:
Todos los aliños verdes, los tomates,
la cebolla, el pimentón, los ajíes dulces y los ajos se deben picar en forma
menudita y se colocan en recipientes diferentes
En un sartén o caldero, calentar la
margarina o el aceite onotado y poner a sofreír los ajos, la cebolla, el ajo
porro y el cebollín
Cuando se comience a sofreír la
anterior mezcla se le agrega el pimentón
Una vez que el sofrito comience a dorar,
agregar el tomate, el vinagre y el cubito de caldo concentrado, revolver. Si se
le está secando el guiso le puede agregar una taza de agua (NO DEJE SECAR O
QUEMAR EL GUISO)
Limpiar las sardinas (quitarles las
escamas, las huevas y el resto de las vísceras que puedan tener), botar el
líquido que tenga a el pote de sardina (aceite o agua) y triturarla bien. Si la
sardina es en salsa de tomate, agregar el líquido al sofrito.
Cuando el tomate ya se encuentre
sofrito añadir las sardinas y revolver. Probarlo para ver cómo está de sal.
Dejar este sofrito unos diez minutos en el fuego
Bajar el sartén o caldero del fuego.
Agregar el ají dulce, cilantro, el comino y la mayonesa y revolver
Nota:
- Servir y acompañar con queso blanco
rayado y arepa
- Se recomienda comerlo para desayuno
- Si les gusta el picante, recomiendo
dos, ambos de leche o suero: el trujillano o el que venden en la vía carretera
que va desde Los Barrancos de Fajardo hacia Maturín
Buen provecho y si se atreven a hacer el “Mojito de Sardina”, me cuentan cómo les quedó.
Puerto Ordaz, 01 de marzo de 2023
MILTON R. ABREU A.
Coronel Ejército Siglo XX
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