CONOCES A ALONSO ANDREA DE LEDESMA?
Como lo he dicho en anteriores escritos, vivo en Puerto Ordaz por cuestiones de
trabajo, pero mi residencia es la ciudad de Caracas. Cuando estoy allá, por
cuestiones personales, siempre
subo, en automóvil, hacia ese imponente pulmón vegetal declarado en el año 1958
como: “Parque Nacional El Ávila”, al cual le sigo llamando: “Cerro El
Ávila”, para recordar a aquel Alcalde de Caracas para el año 1573,
Gabriel de Ávila, o a su Gobernador Gerónimo de Ávila, ambos poseedores
de tierras en las faldas de este cerro, donde ejercían una floreciente actividad agrícola. Pienso que quizás
por eso le colocaron ese nombre "Ávila" a este icono de la ciudad,
pues para el año 1778 ya aparece así en las Actas del Cabildo de Caracas.
También nos lo recuerda la canción de Ilan Chester: “Cerro El Ávila”; y sobre todo,
porque con ese nombre lo conocí y créanme que esa es la impronta que tengo de
él. Por supuesto respeto a los que decidan llamarlo como les decían los
indígenas en su lengua y que llevado al español traduce: “Sierra Grande” o
“lugar de las dantas”.
Cuando voy al Avila, lo hago por el “Camino de los Españoles”; entro por Puerta
de Caracas, y paso en mi recorrido las zonas de Llano Grande y Campo Alegre
hasta llegar a Sanchorquiz; caserío de donde era mi suegra Irene Abreu de Salama,
quien junto a su esposo David Armando Salama González, ambos fallecidos que en
paz descansen, criaron y educaron a sus hijos: David, Evelyn, Maribel y mi
esposa Irvid. En ese corto trayecto que va desde los 1.000 a los 1.800 msnm. viene
a mi mente un artículo que leí hace varios años sobre un personaje de la época
de la conquista y a quien me voy a referir, en forma sucinta, en este escrito.
Se trata del salmantino Alonso Andrea de
Ledesma, conocido como “El Quijote Venezolano”, y el “primer defensor de
Caracas”, nacido en Salamanca (España) posiblemente en el año 1523. De
joven en la “madre patria”, se dedicó a las labores propias del campo y
más tarde aprende y practica la herrería junto a su hermano Tomé, específicamente
forjando espadas.
Muy joven, como a los 22 años, llega a Coro junto con su hermano Tomé, proveniente de Santo Domingo, con un grupo de expedicionarios al mando de Juan de Carvajal. El 7 de diciembre de 1545 participa en la fundación de El Tocuyo, donde se casa con Francisca Matheos, con quien tiene diez hijos. Se radicó allí, dedicándose al mismo oficio que tenía en su patria natal. En el año 1557 se une al Capitán García de Paredes. Se enfrentan en la región de los Escuqueyes a los indígenas Cuicas y fundan a Trujillo.
Junto a Tomé, participa activamente en la derrota, captura y ejecución del español Lope de Aguirre, el 27 octubre de 1561, quien había liderado una rebelión contra la corona española y se había atrincherado en Barquisimeto.
A comienzos del año 1567, Andrea de Ledesma se alista en la expedición cuya
misión era pacificar y poblar el valle del río Guaire. Interviene en varios
combates contra los indígenas Teques, Tramas y Mariches que dirigía el cacique
Guaicaipuro; forma parte de la gente que con Diego de Losada Fundan a Caracas
el 25 de julio de 1567 y después participa en la fundación del puerto y la
ciudad de Nuestra Señora de Caraballeda; también en 1568 tiene notoria
actividad en la Batalla de Macarapana del hoy estado Sucre.
Andrea de Ledesma junto a su familia se quedan viviendo en el valle de Caracas
y en el reparto de encomiendas que hiciera Diego de Losada, recibe el 12 de
marzo de 1568, varios lotes de tierra que habían pertenecido al cacique Baruta.
En 1579 se desempeñó como Regidor, Procurador y Alcalde de Caracas.
Se dice que Preston, al conocer que lo estaban esperando por el camino de Galipán, utilizó a un prisionero cumanés de nombre Villalpando para que lo guiara hacia Caracas por una “pica” (senda), poco conocida que utilizaban los indígenas.
Alonso Andrea de Ledesma, ya de avanzada edad, decide hacerle frente a los ingleses, se arma de caballero con lanza y adarga y en su viejo caballo, junto a unos pocos habitantes que quedaban en Caracas, salen al encuentro con los invasores el 29 de mayo; Alonso Andrea se desprende de sus acompañantes y actuando en forma solitaria se enfrenta al enemigo. Preston atónito por el valor del “caballero andante” ordena a su gente no disparar contra él, ni hacerle daño; pero Alonso en su embestida hiere con su lanza a tres de ellos; uno de los piratas acciona un mosquete en su contra y le propinó un disparo que le quita la vida. El jefe corsario impresionado por la valentía del “caballero” le manda a quitar la armadura y descubre que era un anciano, delgado, de una tupida barba blanca y ordena que sea enterrado con los respectivos honores militares que merecía este personaje. El heroico episodio se extendió muy rápidamente en la naciente Caracas e igualmente trascendió las fronteras (como diríamos ahora: se hizo viral).
Se cuenta que esta historia llegó hasta los puertos de la “madre patria”;
igualmente se tiene conocimiento que el novelista, poeta, dramaturgo y una de
las máximas figuras de la literatura española: Miguel de Cervantes Saavedra,
vivió en Sevilla para los años 1587 y 1602, por lo que hay muchas posibilidades
que la maravillosa historia del encuentro Alonso Andrea-piratas
ingleses, llegara a sus oídos, por lo que no se descarta que
esta acción lo haya inspirado para escribir diez años más tarde la famosa
novela Don Quijote de la Mancha, cuya primera parte se publicó en el
1605, bajo el título: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Como colofón de este escrito, creo oportuno resaltar el gran ejemplo de
dignidad, sentido de pertenencia y de honor que nos dejó Alonso Andrea de
Ledesma, y que debería ser lectura obligatoria para todas las nuevas
generaciones de venezolanos de buena voluntad.
Para finalizar quiero tomar un fragmento del ensayo “El Caballo de Ledesma”,
que escribiera en 1942 mi paisano, abogado, escritor, diplomático, político e
historiador, Mario Briceño Iragorry (f. 06JUN1958), que a pesar del tiempo
transcurrido, se encuentra más actual que nunca: “Y el viejo corcel de Ledesma
reaparece hoy sobre la faz de nuestra historia con su ímpetu de mantenido
frescor. Los nuevos filibusteros -ladrones de espacios y conciencias- andan entre
las aguas de la Patria, amenazando nuestra economía y ultrajando la dignidad de
nuestros colores”
Puerto Ordaz, 16 de julio 2023
MILTON R. ABREU A.
Coronel Ejército
Siglo XX
COMENTARIOS SOBRE EL ARTICULO DE ALONSO ANDREA DE LEDEZMA
ResponderEliminarRafael Sevilla Rojas
Hola Milton, saludos. Bastante explícita tu crónica acerca de Don Alonso Andrea De Ledesma y su aventurera existencia. Como referente para la inspiración de Cervantes es bastante factible, mucha concordancia con la figura del Hidalgo. Bueno hermano, como siempre Ud., con sus coloquiales lecturas. Gracias. Un abrazo. Que estés bien.
Ismael Espinoza
Muy buen artículo! Lleno de historia y recuerdos!
Francisco Rodríguez
Excelente crónica como siempre, mi Coronel Abreu. Un gran abrazo.
María Teresa Da Costa
Hola Cnel. Que historia maravillosa, muy bien escrita y relatada, con un mensaje más vigente que nunca
Carlos Arismendi
Hola compadre, gracias por tan importante y pedagógica reseña histórica. Saludos
David Salama
Muy buen trabajo Milton. Dime ¿me autorizas para replicarlo en algunos chats en los que estoy, entre ellos, La posada del Peregrino, Club Conexión y Pura Crema y algunos compañeros periodistas que estoy seguro les va a gustar.
Yuglis Ricardi
Muy bonito!!! Lo puedo reenviar a mis chats?
Leonor Barrios A.
Excelente escrito la historia mejor contada
José Daniel Mora
Felicitaciones y gracias Milton por tu excelente escrito, un abrazo.
Juanito González
Tuve la oportunidad de oír en una conferencia sobre Catia las aventuras de este conquistador en su enfrentamiento contra el terrible pirata.
Marlen Constant
Excelente escrito. Felicitaciones !!!.
Virgilio Estanga Requena
Buenos días amigo y compañero, caballero tanquista; excelente lectura, como diría mi madre una HISTORIA DE CAPA Y ESPADAS, excelente