domingo, 25 de abril de 2021

A LA POLICIA DE MI PAIS…

 

A LA POLICIA DE MI PAIS…

El régimen a través de su vocero, anunció que esta semana (del 18 al 25), seria de cuarentena “radical”, para hacer “frente a la pandemia del coronavirus”

La Enciclopedia libre Wikipedia, cuando habla de Aristóteles, dice entre otras cosas, que fue el fundador de la ETICA y la define de la siguiente manera: “La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, ​​ lo correcto y lo incorrecto, ​​ lo bueno y lo malo, ​ la moral, ​ el buen vivir, ​ la virtud, la felicidad y el deber”.

Como lo he escrito en otras oportunidades Ciudad Guayana la conforman, básicamente, dos grandes poblaciones: Puerto Ordaz y San Félix; estas se encuentran separadas por el Río Caroní y para ir de un lado a otro se hace a través de tres vías: la avenida “Leopoldo Sucre Figarella”, que pasa por un lado de la Represa Macagua; otra, a través del Puente Angosturita en la avenida del mismo nombre y la tercera, a través del puente Caroní, de la avenida Guayana. La mañana del martes 19 de abril del 2021, la Policía Nacional trancó el tránsito vehicular por las vías de acceso antes mencionadas, dejando incomunicadas ambas ciudades.

Como trabajo en el sector salud, en la ciudad de San Félix, y cuento con  “salvoconducto”, salgo de mi casa en  Puerto Ordaz, en la mañana de ese día y consigo cerrada la Av. Leopoldo Sucre F. los agentes de policía que se encontraban allí  cerrando la vía, me dicen que  debería hacerlo por la Av. Guayana; entonces tomé esa dirección y al pasar frente al estadio de Futbol me encontré una enorme cola de tres canales de vehículos sin posibilidades de regresarse pues no había por donde hacerlo. Allí estuve 45 minutos para llegar a una alcabala móvil donde los agentes policiales, sin mediar alguna palabra, abrían un canal para que pasaran unos cinco vehículos, lo cerraban esperaban un tiempo, lo abrían nuevamente para continuar sucesivamente con la misma rutina.

Cabe destacar que estos funcionarios policiales, no pedían ningún salvoconducto ni permiso alguno, con lo que claramente se evidenciaría que lo estaban haciendo con la intención de molestar y fastidiar a los conductores que ahí nos encontrábamos. Para rematar, en el transcurso de la mañana, echaron a rodar la “bola” que el resto del día arreciarían dichos “controles” y que no habría paso para nadie; lo cual causó mayores molestias, preocupación y un  gran revuelo dentro de la población, y la reseña de  algunas emisoras radiales; pero lo  cierto fue, que en  horas del mediodía eliminaron  estos retenes sin  explicación “oficial” de este abuso policial.

En este tiempo en la cola, vino a mi mente un discurso que pronunció el “Teniente Diógenes Bravo”, el día de su ascenso, y que transcribo parte de él:

"Mucho se ha dicho que se hará justicia caiga quien caiga, y resulta que caen los que no debieran caer, mientras aquellos a quien les cae de todo, esos nunca caen.

Vivimos en un mundo de desorden y de violencia. Un mundo donde nadie respeta las instituciones, ni las instituciones respetan a nadie. Un mundo de injusticias donde se abusa de la autoridad que da el poder.

Nosotros, la Policía, debemos de representar el orden y la seguridad, y no convertirnos en una amenaza uniformada.

Compañeros, cuando nos demos cuenta, cuando hagamos conciencia que más que autoridad somos servidores públicos, nos habremos ganado el respeto de nuestros conciudadanos y la confianza de la sociedad a la cual servimos”

Ustedes se preguntaran quien es ese Teniente, es nada más y nada menos que,  Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, el “Charles Chaplin” mexicano, como muchos lo llamaron, pero mejor conocido como Cantinflas; en el personaje que hiciera de policía mexicano en la película: “El patrullero 777”.

Esta aleccionadora obra cinematográfica se estrenó en el año 1978, allí se recrea el comportamiento en forma tragicómica  tanto de la sociedad como de la policía mexicana. El documento fílmico bien pudiera ser utilizado como material de apoyo obligatorio en la formación ética y moral  de los agentes policiales a nivel mundial, y en especial la Latinoamérica. Y en nuestro país donde observamos con demasiada frecuencia que funcionarios  utilizan las armas, las insignias y los bienes que les proporciona el Estado para delinquir o abusar de su autoridad.

Cada vez que veo  a este personaje a quien toda la vida admiré, y sigo admirando en sus más de cincuenta  películas, las cuales muchas de ellas llevan un mensaje ejemplar-moralizante; pienso que bueno sería que nuestros funcionarios policiales y/o militares, tomaran conciencia que son: servidores públicos y no esbirros públicos, que están obligados a ganarse el respeto de la gente, no el temor, NI EL DESPRECIO. Así mañana pueden decir con sobrado orgullo, al igual que lo decía el Teniente Diógenes Bravo: “…a sus órdenes jefe”.

PD: De paso a los que no han visto esta película, se la recomiendo ampliamente.

 

Puerto Ordaz, 22 de abril del 2021

 

MILTON R. ABREU A.  

Coronel Ejército Siglo XX

 

 

 

 

 

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