CARACAS, LA SUCURSAL DEL CIELO…
Mis tiempos de
muchacho los viví en Santa María, un
caserío ubicado a unos cinco kilómetros de Valera, Estado Trujillo y sobre la
vía que conduce de Valera hacia Mendoza Fría. Existían a lo largo de la
carretera unos cañamelares que se extendían desde El Murachí, pasando por La
Piscina y terminaban justamente al llegar Santa María, la gente decía que eran de Don Jacobo Araujo (esto no
me consta). Ese último lote de terreno (subiendo a mano izquierda), que por
cierto colindaba con el terreno y casa de mi abuela materna María Onofre
Avendaño de Arismendi; de repente fue limpiado y aplanado para la construcción
de lo que sería más tarde el Auto Cine Las Acacias y ahora el Hotel Las
Acacias.
Nosotros los
muchachos de Santa María y Agua Clara (Caserío que seguía al nuestro y antes de
Carmania), de ese entonces (Dicksón mi hermano, Darío Gómez, Nelson Simancas,
Augusto González, Eugenio Garrido, Julio Zerpa, Alfredo y Gil Amado Lobo,
Perucho, Berquides, Carlos, Julio Manzanilla, el Marrón, y muchos más que por
razones obvias no me acuerdo), hicimos improvisadamente en este sitio una
cancha para jugar beisbol. Tremendas caimaneras las que armábamos!!!!!!
Uno de nuestros
problemas era la necesidad de guantes, pelotas y bates. Los guantes
inicialmente los hacíamos de lona vieja de encerados; muchas de las pelotas las
hacíamos enrollando hilo sobre un objeto de hierro y se forraban con teipe
negro y los bates se hacían de Pardillo, árbol que abundaba en Jeromito donde
quedaba la hacienda de mi abuela. Después llegó un muchacho (no me acuerdo su
nombre), que tenía los implementos deportivos del caso; pero cuando no lo
metían en las partidas, recogía sus “macundales” y se iba; a nosotros no nos
quedaba otra cosa que regresar a los arcaicos implementos deportivos.
No sé por qué, pero este
recuerdo vino a mi mente hoy cuando pasé por la Urb. Las Mercedes en la vía hacía Bello Monte, en Caracas y observé
que los accesos que este gobierno había construido exitosamente, para comunicar
vía terrestre y desahogar el tránsito vehicular de esta urbanización y de Bello
Monte, hacia la Avenida Francisco Fajardo, estaban inutilizados, pues según me
dijeron la noche del día 24 del pasado mes de Mayo, alguien del mismo gobierno
había levantado las láminas del piso de los puentes en cuestión, para impedir
que la gente las utilizara para asistir a las marchas que convoca “La oposición” en esa gran avenida de la ciudad
capital. Las colas de vehículos que se están haciendo en Las Mercedes por esta
“anormalidad” son espectaculares.
A ese “gran amor” que
dicen sentir los gobernantes de turno, por la capital de la república y sus
habitantes, se le suman muchos otros pequeños problemas que en su sumatoria están
haciendo invivible la otrora “Sucursal del Cielo”. Son muchos, pero en este
caso mencionaré sólo cuatro de ellos y lo peor del caso es que por ningún lado
se ve gente trabajando para solucionar estos graves problemas:
- Gran cantidad de huecos, troneras gigantes en
las calles y avenidas de la ciudad; que destrozan los neumáticos y demás repuestos
de los vehículos automotores;
- Falta de alumbrado público de las calles y
avenidas. En las noches son verdaderas “bocas de lobo”. Los conductores por la falta de alumbrado,
destrozan sus vehículos y/o son asaltados por el hampa que reina en esa
oscuridad;
- Falta de señalización tanto de las calles y
avenidas, así como de los diferentes sitios y lugares
públicos;
- Escasez de gas doméstico. Da pena ajena y a
la vez lástima ver como personas de todas las edades amanecen haciendo
interminables colas, en sitios como el Km. 0 de la subida para Los Teques, a la
espera que les vendan una bombona del mencionado combustible.
Ahora
mi única pregunta:
¿Será que “la Constituyente convocada por el mandatario
de turno”, solucionará estos y todos los
graves problemas que estamos padeciendo los ciudadanos venezolanos????
¡¡¡¡¡¡!!!!!!!””””””###........
Caracas, 22 de Junio del 2017
MILTON
R. ABREU A.
Coronel Ejército
Siglo XX
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