miércoles, 21 de octubre de 2020

ZAMUROS EN LAS CALLES DE CIUDAD GUAYANA

 

ZAMUROS EN LAS CALLES DE CIUDAD GUAYANA

Zamuro: cuyo nombre científico Coragyps atratus, (el de cabeza negra); en países como Colombia, Honduras y en el nuestro la ornitología conoce a este animal, como un ave rapaz que corresponde en su clasificación taxonómica al orden de los accipitriformes y a su vez a la familia de los catártidos. En otras partes de América les dicen o se les conoce como: zopilote, gallinazo, gallote, golero, jote de cabeza negra, jote negro, y zopilote negro.

Es un ave gigante, de suave volar, de una apariencia que pareciera no haber sido muy agraciada por el Creador del Universo. De color negro, no tiene canto por carecer del pequeño órgano vocal que poseen las aves en la base de la tráquea, la siringe, sólo se les escucha el sonido que hacen con sus enormes alas y pequeños gruñidos y siseos. Se alimenta principalmente de carroña; su aparato digestivo tiene la capacidad de procesar esa materia orgánica descompuesta. Característica que lo convierte en un importante aliado ecológico de la humanidad y sin duda ayudan a evitar la proliferación de enfermedades a nosotros los humanos. Puede ser domesticable, no le tiene miedo al ser humano y frecuentemente lo vamos a encontrar en aquellos sitios donde hay basura acumulada o depositada, por eso también se les llama como  “Los reyes de los basureros”.

El caraqueño Lubio Cardozo, ensayista, crítico literario y mejor poeta, nos deja ver con su pluma, lo benévolo que es este apacible animal y así lo escribió en su obra “Canto al Zamuro”. Les transcribo un fragmento de ella:

Dejó la buena carne de caza 

a las águilas, los cóndores, los halcones.

No mata, espera sigilosamente el cadáver

de los moribundos.

Nadie podrá tildarlo de goloso”

 

Dejó los brillantes colores a las aves soberbias,

el azul cobalto a las águilas

el rojo a los gavilanes,

el blanco a las garzas.


El escogió el negro,

más no el brillante azabache,

sino el negro opaco, sin nobleza,

abrochado por una cabeza arrugada,

un pico torpe, ojos taciturnos.

La otrora bella Ciudad Guayana, planificada por mentes claras, brillantes, creadoras y futuristas, se empezó a desarrollar en la década de los sesenta, con la idea de convertirla en un gran emporio que serviría para explotar las inmensas riquezas que Guayana guarda en sus entrañas: hierro, oro, diamantes, bauxita, coltán y pare de contar; hoy es una ciudad devastada, sin ningún tipo de justificación "valedera", con sus industrias “cerradas”, sus grandes centros comerciales cerrados, sus bellas avenidas enmontadas,  llenas de huecos y basura sus calles, los semáforos dañados, los centros asistenciales de salud en el suelo, sus hoteles cerrados y/o destruidos (el caso del que todos conocimos como el majestuoso Intercontinental Guayana), sus Parques de recreación cerrados y en un pésimo  estado de mantenimiento; y una larga lista de etcéteras.

A sus habitantes lo han llevado a acostumbrarse a pasar días enteros en colas para que les vendan unos litros de gasolina para sus vehículos; hay gente pasando hambre que deambulan pidiendo limosna y apartando zamuros para hurgar en los múltiples basureros que hay en las calles y avenidas, en busca de restos de alimentos. Estos animales, los zamuros, que antes estaban en el vertedero de basura en la localidad de Cambalache, pareciera que han cambiado su morada para estos basureros en la ciudad.   Igual cada día que pasa las urbanizaciones se amurallan más para protegerse de la delincuencia que las azota y que ha llevado a esta urbe a ser incluida en el entre las diez primeras del mundo, por la violencia desatada.

Hablando de este manso rapaz, me acuerdo de un viejo amigo de ese querido y siempre recordado pueblo de Elorza, en el estado Apure, donde tuve el honor de Comandar el Escuadrón de Caballería Motorizado Coronel “Francisco Farfán”; que cuando veía a una persona inquieta e hiperactiva, que no se sentaba en la mesa cuando lo llamaban a comer; le decía: “…pija viejo, pareces un zamuro comiendo”.

Así que tristemente esta ciudad que antes destacó por su belleza y pujanza económica, hoy está quedando para los " Zamuros " del reino animal y para los " OTROS " que lo son también  y que es voz populi que están sacando las riquezas de este estado sin control alguno.

Puerto Ordaz, 18 de octubre del 2020

 

MILTON R.ABREU A.  

Coronel Ejercito Siglo XX

 

1 comentario:

  1. Buenas noche Milton, leí tu excelente escrito crítico-didáctico, acerca del Zamuro, como comúnmente lo conocemos . Lamentable que esto este sucediendo en una de las ciudades mejor planificada que se ha hecho en el país. Indudablemente que esa otrora hermosa y limpia ciudad está como todo el país , en un total abandono. Saludos y un fuerte abrazo

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