Esta mañana escribí en el Facebook algo que me salió del alma: “Hoy de Mal Humor. No he tomado
café, no tengo, no consigo CAFÉ, ni siquiera con los bachaqueros. Poco a poco
nuestro modo de vida, nuestras costumbres, nuestro quehacer diario, se ha ido
deteriorando por culpa de unos incapaces que lo que han hecho es destruir al
país en todos los sentidos. Ayer para tomarme un café, lo hice en la Panadería
de la urbanización al módico precio de 150,00 bolívares. A donde vamos a parar???????”. Esto es lo bueno de este medio social, sirve para purificar y eliminar las pasiones y
los recuerdos que alteran la mente y el equilibrio emocional por la falta de
esta aditiva bebida, como lo es el café mañanero; al cual, la mayoría de los
venezolanos estamos acostumbrados.
El profesor de Filosofía Williams B. Irvine, en su libro A Guide to the
Good Lifeª, habla sobre el estoicismo y comienza con una gran interrogante: “De todas las cosas a las que podrías dedicar tu vida, ¿cuál
de ellas crees que es la más valiosa?”, …. “Si vives sin un gran objetivo, no
tienes una filosofía de vida coherente. ¿Y por qué es importante tener una
filosofía tal? Porque si no la tienes, corres el riesgo de malvivir –de que, a
pesar de todo lo que hagas, a pesar de todas las cosas placenteras de las que
disfrutes, acabes viviendo una mala vida”. No voy a filosofar, pero lo que si quiero es
dejar por escrito, que a lo largo de mi vida, de las enseñanzas que he recibido
de mis buenos maestros, he construido mi
propia filosofía de vida. En ella tengo la siguiente norma: cuando tengo un
problema, una carencia o una falta, debo contarle a las personas amigas o
extrañas ese problema que me está aquejando, con la seguridad de que alguno de
ellos me dará la solución o me ayudará a encontrarla.
Así lo hice, salí al supermercado y en las colas iba
comentándole a las personas que no tenía café y que no lo encontraba en ninguna
parte. Una señora me dijo, “… en el Centro Comercial tal, hay una tiendita tal
y cual, allí tienen café…” Dejé la cola y emprendí a la carrera mi viaje hacia
el sitio que me había dicho esta amable señora. En efecto encontré el tesoro,
había café molido!!!, marca La Fuente, de la población portugueseña de
Biscucuy, en empaques de medio kilogramo a Bs. 1.300,00.
Esta situación de escasez en los artículos de
primera necesidad, medicinas, insumos médicos, repuestos de todo tipo y pare de
contar; se le está presentando al venezolano sin importar su condición social,
y lo peor, es que ha ido aumentado día a día. Por esto, cada día evoco con muchos sentimientos
los tiempos anteriores o lo que esta gente que desgobierna al país denomina en
forma peyorativa “cuarta república”; y me pregunto qué habría pasado si en ese tiempo, los gobiernos
democráticos no hubiesen hecho, por ejemplo, las redes de carreteras, avenidas y autopistas
que existen en el país; no hubiesen hecho la red de Hospitales y Centros
Asistenciales; las Represas y Embalses que aun surten de agua potable al país; las Escuelas,
Liceos públicos y Universidades; el Metro de Caracas, etc. etc. etc. En otras
palabras y rememorando aquella cuña publicitaria de los años ochenta que decía:
“Qué pasaría en Caracas si no existiera Pepe Ganga”; yo digo ahora: “ que sería
de nosotros si no hubiese existido la
tan cacareada “Cuarta República”.
Caracas,
28 de Enero del 2016
MILTON R. ABREU A.
Coronel Ejército Siglo XX
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